DIFICULTADES EN EL LENGUAJE ORAL
1. Habilidades lingüísticas que puede adquirir un niño normal de los 12 a los 60 meses
La mayoría de los niños adquieren los sonidos y las estructuras gramaticales de la lengua siguiendo ciertas pautas y también manifiestan tendencias comunes en el aprendizaje del vocabulario y la gramática, de ahí que, para abordar la descripción de las dificultades de lenguaje oral desde una perspectiva patológica en edad escolar, existe una referencia obligada: el desarrollo del lenguaje infantil en su vertiente normativa.
Hasta los 12 meses: emisión de sonidos culturales, murmullos, balbuceo, la leyó. Primeras palabras (dobles sílabas).
12-18 meses: lenguaje en jerga, holofrases (una palabra que encierra una frase, por ejemplo, el niño dice “leche” y quiere decir “dame leche”), el vocabulario consta de cinco a 20 palabras.
24 meses: combinación de dos o tres palabras. El vocabulario va de 12 a algunos centenares de palabras.
36 meses: lenguaje comprensible para extraños. Progresiva complicación de enunciados y precisión de los significados. Edad preguntona.
48 meses: período floreciente del lenguaje. Notable mejoría de la articulación fonemática. Etapa del monólogo individual y colectivo
60 meses: desaparece la articulación infantil. El sistema lingüístico es similar al de los adultos. Uso social del lenguaje
2. Dislalias, a qué afectan y tipos
Las dislalias son las anomalías del habla más frecuentes en edad escolar, sobre todo en educación infantil y primer ciclo de primaria, es aconsejable una adecuada intervención temprana. Se trata de alteraciones en la articulación de los fonemas, ocasionadas por una dificultad para pronunciar de forma correcta determinados fonemas o grupos de fonemas de la lengua. Este trastorno puede afectar a cualquier vocal o consonante y referirse a uno solo o varios ponemos en número indeterminado, aunque la mayor incidencia observada en aquellos sonidos que requieren mayor habilidad en su producción por exigir movimientos más precisos. Según el fonema afectado las dislalias reciben denominaciones diferentes, rotacismo, deltacismo, sigmatismo, etc.
Diferenciamos cuatro tipos de dislalias, atendiendo a su etiología:.
Dislalia evolutiva o fisiológica: también llamada falsa dislalia, porque aunque puede observarse una articulación defectuosa, las causas son distintas a las de las dislalias funcionales, ya que se da una inmadurez del aparato fonoarticulatorio que impide al niño pronunciar correctamente los sonidos de su lengua. Todos los niños presentan una dislalia fisiológica que generalmente desaparece antes de los seis años.
Dislalia audiógena: los niños que no lleven bien tenderán a cometer errores en su pronunciación, produciéndose un trastorno circulatorio denominado dislalia audio. La causa de la misma está en un déficit auditivo. La atención y la escucha son necesarias para una buena discriminación auditiva, y ésta es imprescindible a su vez para una adecuada discriminación fonética, condición indispensable para el desarrollo del lenguaje.
Dislalia orgánica o disglosia: son las alteraciones de la articulación con hemática producida por lesiones o malformaciones de los órganos periféricos del habla (labios, lengua, paladar, etc..).
Dislalia funcional: es una alteración fonemática producida por una mala utilización de los órganos articular estudios sin que pueda observarse causa orgánica alguna. El niño con dislalia funcional no usa correctamente dichos órganos a la hora de pronunciar los fonemas de su lengua. Determinar el origen de esta alteración es de gran importancia para poder intervenir de manera adecuada. No es lo mismo que el origen sea de origen psicológico, falta de estimulación lingüística, deficiencia intelectual, insuficiente control psicomotor o persistencia de esquemas articulatorios infantiles.
3. Disartrias y tipos
La disartria es una alteración de la articulación propia de lesiones en el sistema nervioso central, así como de enfermedades de los nervioso de los músculos de la lengua, faringe y laringe, responsables de la. Las disartrias forman parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motores, por lo que los niños que las presentan unen a estas alteraciones articulatorias la dificultad para mover sus órganos bucales al realizar cualquier actividad, como succionar, soplar, etc.
En función de las lesiones producidas en el sistema nervioso central podemos diferenciar distintos tipos de disartrias en todas ellas se constatan afectaciones motrices y lingüísticas:
Disartria flácida. Localizada en la neurona motriz inferior, los sujetos que la padecen, manifiestan alteraciones en la fonación, la resonancia y la prosodia.
Disartria espástica. Localizada en la neurona motriz superior, produce en los sujetos alteraciones en la prosodia y la articulación.
Disartria atáxica. Localizada en el cerebelo, produce en los sujetos alteraciones en la fonación, la prosodia y la articulación.
Disartria hipocinética. La afectación se sitúa en el sistema extrapiramidal y los sujetos presentan alteraciones en la fonación y la prosodia.
Disartria hipercinética. Está localizada en el sistema extra piramidal. Los sujetos manifiestan alteraciones en la fonación, la prosodia, la resonancia y la articulación.
4. Definición de Tartamudez o Disfemia por el DSM-IV
La disfemia se define en el DSM IV –R, como un trastorno de la fluidez verbal en el cual no se detectan trastornos orgánicos, se caracteriza por las interrupciones verbales que afectan al ritmo del lenguaje, la fluidez y a la melodía del discurso.
Aunque esta considerada normal dentro del desarrollo comunicativo de los infantes entre los 3 y los 4 años, no se presenta en todos los niños. La considerada como un desorden suele surgir ya tardíamente entre los 7 y los 10 años. Esta es la disfemia propiamente dicha, la patológica. Dentro de los hallazgos clínicos sobresaliente que podría estar asociada, están las dificultades lingüísticas, como el conocido uso de las muletillas verbales; las perífrasis y lenguaje redundante; las alteraciones sintácticas y las frases incompletas y la utilización excesiva de sinónimos.
Luego están los efectos emocionales secundarios como la timidez y el aislamiento en gran parte debido al rechazo social que experimentan los tartamudos y que se aplica igual a cualquier persona con impedimentos. Esto conduce a reacciones de angustia y ansiedad a la hora de comunicarse; produce conductas de evitación en situaciones comunicativas, usualmente de grupo.
5. Tipos de habla disfémica
La tartamudez o disfemia se clasifica en tres tipos:
Tartamudez tónica: Se caracteriza por la interrupción total del habla durante cierto tiempo con espasmos e inmovilización muscular, produciéndose a en seguida y repentinamente una emisión del dialogo o verbalización.
Tartamudez clónica: Se trata de repeticiones involuntarias, bruscas y explosivas de una sílaba o grupo de sílabas durante la emisión verbal.
Tartamudez tónica - clónica: Se dan las características de las dos anteriores juntas. Es la más frecuente.
La etiología tiene múltiples ángulos en donde podemos destacar que se descartan las anomalías orgánica. En el 30% de los casos influye la herencia, es más común en los hombres. También hay mayor incidencia estadísticamente valorable en lo que se conoce en psiquiatría de la niñez como "lateralidad contrariada" que no es otra cosa que personas que eran zurdas y penosamente les obligaron a escribir con la mano derecha.
6. Afasia, ¿a qué se debe?, ¿cuándo se puede producir?, ¿a qué compromete?
La afasia consiste en el retardo grave del lenguaje. Las alteraciones dependen del grado de desarrollo lingüístico que el niño posea en el momento de la lesión. Suele diferenciarse entre:
Afasia congénita: referida a la no aparición del lenguaje en niños que no presentan otros síndromes (sordera, autismo, oligofrenia profunda), puede estar más afectada la comprensión, la expresión o ambos aspectos por igual. En general, se distinguen tres tipos de lesiones: prenatales (malformaciones craneales, anomalías cromosómicas, cretinismo); perinatales (anoxia) y posnatales (traumatismos, encefalitis)
Afasia adquirida o infantil: es aquella que tiene lugar una vez que el lenguaje ya ha sido adquirido total o parcialmente. Es un trastorno del lenguaje consecuencia de una afección objetiva del sistema nervioso central y producido en un sujeto que ya ha adquirido un cierto nivel de comprensión y expresión verbal.
Teniendo en cuenta las áreas del lenguaje afectado, hay dos tipos básicos de afasia: la expresiva (de Broca) y la receptiva (de Wernicke)
· afasia de Broca, se manifiesta en un déficit en la expresión del lenguaje oral, en la producción verbal no fluida y lenta, en la reducción del vocabulario y sintaxis (frases cortas y telegráficas), y la utilización de estereotipias verbales; además, la comprensión del lenguaje está relativamente conservada (puede mostrar dificultades ante mensajes hablados complejos); y también se da la afectación de la lecto - escritura en cuanto a expresión.
("Sí... ah... Lunes... eh... Papá y Peter H (su propio nombre), y Papá... er... hospital... y ah... Miércoles... Miércoles, nueve en punto... y oh... Jueves... diez en punto, ah, los doctores... dos... y doctores... y eh... diente... eh.")
· afasia de Wernicke, se trata de un trastorno básicamente de la comprensión, aunque también en la expresión del lenguaje verbal (al no comprender lo que él mismo dice, desvaría) No comprende el lenguaje verbal (palabras = ruido irreconocible) Se da también la jergafasia, que es la expresión verbal fluida y abundante, aunque carente de sentido (neologismos y parafasias). También existen dificultades de articulación, anomia, lectura y escritura alteradas, y la persona no es consciente de su discapacidad, tanto a nivel expresivo como receptivo.
7. Los cinco tipos de errores que se pueden producir a nivel fonético como consecuencia de dificultades articulatorias
Sustitución: datón / ratón
Omisión: fesa/fresa; registrar/registrar
Adición: palato/plato
Distorsión: guisa/risa
Inversión: cocholate/chocolate
8. Intervención en las disfunciones articulatorias (directa e indirecta).
La intervención de las dislalias funcionales puede ser planificada atendiendo a dos tipos de estrategias:
Intervención indirecta, dirigida al desarrollo de habilidades bucolinguales, de discriminación auditiva y de respiración, las cuales permiten un progreso adecuado de los aspectos funcionales que intervienen en él habla, facilitando la articulación del lenguaje.
o Ejercicios respiratorios (nasal, bucal)
o Ejercicios de soplo (papeles, velas…)
o Ejercicios de relajación (miembros superiores, inferiores, tronco, cuello, cara)
o Ejercicios de psicomotricidad (de pie, sentado, acostado, de imitación motora)
o Ejercicios bucofaciales
o Ejercicios de coordinación motora: de marcha y carrera, de coordinación de piernas y brazos, juegos y ejercicios de habilidad, juegos de equilibrio)
o De sensibilidad corporal
o De organización del espacio inmediato (arriba-abajo, delante-detrás, horizontal-vertical)
Intervención directa, encaminada a enseñar a los niños la correcta articulación de todos los fonemas de su lengua, así como la integración en su lenguaje espontáneo o conversacional (delante de un espejo y utilización de guía-lenguas)