DEFICIENCIA AUDITIVA
1. Breve síntesis de lo que significó la educación del niño sordo
Hoy nadie cuestiona el reconocimiento de los derechos a los sordos, el acceso a la educación, al trabajo, a la cultura y a un idioma natural y propio. Pero hasta llegar aquí ha sido necesario superar el desconocimiento de su mundo, estereotipos y actitudes paternalistas de los oyentes. El primer educador de sordos conocido, el monje benedictino Pedro Ponce de León en el siglo XVI desarrolla la primera metodología oral para la enseñanza de los sordos. Otros, en el siglo XVIII, aprendieron el lenguaje de signos y se valieron de él para enseñar a la gran mayoría de sordos que carecían de instrucción. Se fundó la primera escuela para sordos en 1755. José Miguel Alea, fue fundador en 1805 del primer centro de lenguaje de signos de España que aún pervive: el colegio real de sordomudos de Madrid. En el Congreso internacional de sordos celebrado en Milán en 1880 se prohibió el uso del lenguaje de signos en la enseñanza. Como consecuencia, los colegios de sordos se cerraron o se transformaron. Se marginó a los profesores sordos, se reprimió la comunicación por signos y se impuso un oralismo inflexible. El nivel de formación y enseñanza de los sordos descendió y de nuevo se vieron reducidos a una vida de incompetencia y marginación social, con escasa capacidad para comunicarse. Esto hizo que proliferaran y tomarán mayor auge las asociaciones de sordos como un reducto para salvaguardar sus relaciones y su fuerza como grupo. Estas asociaciones proporcionan al sordo acceso a la cultura, espacio para relacionarse y foro para sus reivindicaciones. En España hay más de 200 asociaciones y más de 100.000 discapacitados auditivos. Hasta la década de los 60 o 70, el lenguaje de signos es rechazado como lenguaje. A partir de los 70 se produce el acceso de sordos a la Universidad, se introduce el lenguaje de signos en algunos colegios, desembocando toda esta marea en la revuelta de los sordos que se alza en la Universidad Gallaudet en 1988 la única universidad para sordos. En España, con la puesta en marcha de la reforma educativa la educación de los niños con deficiencias, y en nuestro caso, la de los niños sordos, persigue la normalización e integración en los centros de enseñanza ordinarios y la conceptualización de las deficiencias en términos de diferencias con necesidades educativas especiales. En el caso de los sordos las líneas de actuación que se proponen van en la dirección de seleccionar algunos centros ordinarios y equiparlos con medios visuales especiales que conozcan el lenguaje de signos, tal como se aprecia en la más reciente legislación. El paradigma por excelencia bilingüe y bicultural en la actualidad y que ha levantado grandes expectativas lo constituye el modelo sueco de escolarización de sordos donde la lengua de signos es prioritaria, la lengua escrita se aprende como segunda lengua y la lengua oral es opcional
2. Funciones de las distintas partes del oído y sus afecciones
Oído externo: tiene la misión de recoger o una reflejar y conducir las ondas sonoras a través del conducto auditivo externo. Las alteraciones más frecuentes son los tapones de cerumen, malformaciones etc..
Oído medio: tiene la función de transmitir y ampliar las vibraciones sonoras y proteger el oído interno de sonidos muy intensos. Las afecciones inflamatorias e infecciosas son frecuentes en los niños.
Oído interno: es la parte fundamental de la audición, contiene los elementos neurosensoriales del aparato coclear. Su función es transformar la energía sonora mecánica en impulsos eléctricos que se transmiten a las terminaciones del nervio acústico. Las lesiones en la cóclea difícilmente encuentran solución médica
3. Tipos de sordera según el lugar donde se encuentre la lesión
Si la lesión está situada en el oído externo o medio, por ejemplo perforación de la membrana timpánica, destrucción de la cadena de huesecillos, ausencia o malformación de alguno de ellos, afecciones inflamatorias o infecciosas, etc. se trata de una sordera conductiva o de transmisión porque lo que hace es impedir la conducción de la onda sonora que llega hasta el oído. En este supuesto, generalmente, es posible que con una solución quirúrgica o medicamentos se restablezca la audición. En principio los niños que padezcan estas lesiones no son candidatos a la reeducación logopédica..
Si lo que está afectado es el oído interno, la pérdida es más difícilmente recuperable, aunque recientemente están intentando los implantes cocleares. Cuando la lesión está en la cóclea, el nervio coclear o ambos, estamos ante sorderas perceptivas. Si el movimiento de la onda sonora desde el oído externo al interno es un proceso puramente mecánico, por eso la pérdida es de transmisión, en la cóclea los sonidos se analizan y seleccionan, la cóclea percibe las diferencias, de ahí la denominación de pérdida perceptiva. Además cada zona de la cóclea entra en funcionamiento con frecuencias distintas, las células que perciben las frecuencias agudas se lesionan antes que las que reaccionan ante frecuencias graves, que están más protegidas.
En otros casos, la lesión puede estar situada a nivel de nervio auditivo o a nivel del sistema nervioso central. El oído puede estar funcionando correctamente, mandando información al cerebro que éste no puede descodificar. Se trata de una sordera central y se presenta como irrecuperable
4. Tipos de audiometrías y características
El nivel de audición se determina a partir de la curva audiométrica tonal medida en decibelios. La medida no es fácil de realizar con niños porque requiere de su colaboración. Los tests audiológicos deben tener en cuenta la edad del niño, su nivel mental y su activa participación. El material lingüístico, fundamental para la adaptación de la prótesis, carece de utilidad en niños de corta edad. Hay pruebas subjetivas de uso generalizado, la audiometría tonal se vale de tonos puros de distinta frecuencia para llevar a cabo la medida. El sonidos que nosotros medimos por la velocidad con que se mueve la onda sonora es decir por la frecuencia cuando la onda sonora se mueven tiempos lentos, produce sonidos graves. Cuando la onda sonora se mueve con rapidez produce sonidos agudos. La audiometría verbal completa la anterior, revelando las posibilidades de reeducación protésica. Emplea palabras como material, por lo que requiere una cierta experiencia lingüística. Se presenta al sujeto listas de palabras, frases que debe repetir, se anota el número de respuestas correctas en un gráfico en el que una eje se representan las intensidades y en el otro el porcentaje de palabras repetidas correctamente. Lo más frecuente es presentar palabras y sílabas fonéticamente equilibradas.
5. Tipos de sordera según el momento de aparición y características
Según el momento de aparición de la pérdida auditiva, podemos clasificar las sordera en: prelocutiva y poslocutiva. En la primera, la pérdida se produce antes de adquirir el habla y en la segunda la pérdida se produce después de tener un lenguaje estructurado. Las consecuencias serán más graves según se combine el momento de aparición y la gravedad de la pérdida, dando lugar a sordera poslocutiva, cuando se produce la pérdida hay ya conocimiento del lenguaje, memoria del lenguaje, memoria sonora y el desarrollo mental y conceptual están establecidos. Puede tener efectos negativos para la vida de relación y la socialización del sujeto. La sordera prelocutiva aparece antes de la adquisición del habla, impide el desarrollo espontáneo del lenguaje sin que éste esté dañado. En una sordera perceptiva no posibilidad quirúrgica y muy pocas a nivel de comprensión del habla. Al hacer la prueba verbal a un sujeto con sordera prelocutiva, éste puede oír pero no entiende. No hay una costumbre, no hay una huella sonora, no discrimina, tiene que aprender a oír. El oído sordo en el mejor de los casos puede oír pero necesita rehabilitación para aprender a oír. Con carácter general podemos describir tres situaciones: deficiencia ligera prelocutiva (umbral entre 20 y 40 db), su desarrollo del lenguaje no hace sospechar ningún problema, quizá alguna dislalia, tendrá dificultades en la lectoescritura, en la pronunciación de algunas palabras. En cuanto aumenta la distancia su pérdida provoca falta de comprensión parcial, se mostrará distraído, desatento y con bajo rendimiento escolar. Necesitamos saber su pérdida auditiva y colocarlo cerca de la fuente de sonido. El niño con este tipo de pérdida va a tener dificultad de relación, preferencia por los juegos y actividades que impliquen movimiento, evitará intercambios múltiples, en un ambiente ruidoso no se va a encontrar a gusto ya que los ruidos enmascaran la información del sonido que le interesa. Si a esta dificultad se añade un ambiente sociocultural desfavorecido, padres que no favorecen la estimulación de su oído, se va a conseguir que su comportamiento se sitúe al nivel de una sordera más grave: más distraído, más dificultad de comprensión, más pobreza de vocabulario, etc. No es lo mismo una sordera en un ambiente estimulante, buen nivel intelectual que un ambiente sin estímulos, con una inteligencia límite. En un ambiente de abandono una sordera media puede situarse a nivel de una sordera severa. Requerirá la intervención logopédica para corregir las dislalias, para mejorar su lenguaje y para comprender los textos escritos que no entiende por falta de vocabulario. No hay ningún inconveniente para atenderle en la escuela. Sordera media prelocutiva (umbral entre 40 y 70 db), no es un obstáculo para la aparición espontánea del lenguaje, pero retrasa o paraliza su desarrollo en los años decisivos. La audición es funcional pero deficitaria sobre todo en condiciones adversas. Una precoz intervención será decisiva para el desarrollo de un nivel aceptable de lenguaje que le permitirá integrarse con normalidad en un centro escolar ordinario. Sordera severa o profunda prelocutiva (umbral entre 70 y 90 db), se caracteriza por la ausencia del lenguaje, puede haber palabras sueltas, pero no existe el lenguaje como tal, no hay dislalias. Aunque hay conciencia de sonido, como la conversación humana se sitúa habitualmente en los 70 dB y su pérdida está hacia los 70, quiere decir que de la voz humana oye, aunque no entiende, algunas palabras dichas en un tono más fuerte. Es incapaz de calibrar su voz porque no se oye si no grita, ni a los demás si no gritan. No sabe que la palabra es el medio de comunicación de los demás. Ignora que la palabra hablada sirve para transmitir el pensamiento, empieza a haber alteraciones importantes en su tono de voz que va desde las voces oscuras, guturales, nasales, no ocho a a voces sin control, no hay entonación, la velocidad es inestable, pausas y ritmo alterados, todo ello resultado de la falta de feedback de las propias producciones.
6. Posibles causas de la sordera
Las dos grandes causas de la sordera pueden ser los factores genéticos (hereditarios) o factores ambientales; aunque debemos señalar, que en un tercio de las personas sordas, el origen de su sordera no ha podido ser diagnosticado.
1. Causas genéticas. Estas causas son de carácter hereditario, y suponen la aparición de la sordera desde el mismo momento del nacimiento o bien el desarrollo de la misma de forma progresiva.
2. Causas ambientales. Son factores que actúan sobre la persona y tienen como resultado la aparición de la pérdida auditiva; estos factores pueden aparecer antes, durante o después del nacimiento.
Las deficiencias auditivas de transmisión suelen tener una causa etiológica más sencilla de diagnosticar. Los orígenes de esta pérdida auditiva son tres: las malformaciones congénitas, las causas genéticas y las otitis. Generalmente, esta clase de sordera se adquiere a consecuencia de obstrucciones tubáricas y otitis de diversos tipos. Otras de las causas son los tumores, la otosclerosis y las perforaciones timpánicas.
Las sorderas neurosensoriales pueden deberse a causas genéticas y procesos infecciosos (pre y postnatales), fármacos, prematuriedad, incompatibilidad Rh, anoxia neonatal y traumatismos. El agravamiento de una deficiencia auditiva de tipo neurosensorial por un componente de transmisión o viceversa, puede dar lugar a una sordera mixta. Ahora bien, siempre hemos de considerar que de un 20 a un 30 % de las pérdidas auditivas tienen un origen desconocido.
7. Sistemas empleados para la comunicación con el niño sordo
No hay una sordera igual a otra. El grado de pérdida, el lugar donde se localiza la lesión, el momento de la vida en que se produce, si hay o no detección precoz, las aptitudes e inteligencia del sujeto, si los padres son o no sordos, cómo reaccionan y se implican en la rehabilitación, si hay o no otras alteraciones asociadas, da lugar a necesidades educativas diferentes. El primer impedimento que hay que salvar es la imposibilidad para comunicarse con el lenguaje oral. La respuesta educativa más urgente es encontrar el sistema de comunicación que mejor se adapte a las peculiaridades y posibilidades de cada alumno, y que pueda ser compartido con profesores y compañeros. Hay varios sistemas de comunicación en la deficiencia auditiva. Los sistemas orales, cuyo objetivo es la adquisición de la lengua oral y escrita que se habla en el entorno del sordo. Hace hincapié en el aprovechamiento de los restos auditivos o en el entrenamiento de la lectura labial. Las posiciones más radicales rechazan el lenguaje de signos por no considerar un verdadero lenguaje o por estimarlo una interferencia para la adquisición del lenguaje oral. Entre los métodos orales de uso más generalizado tenemos los que potencian los restos auditivos como el sistema verbotonal y la lectura labial. Otro sistema de comunicación en la deficiencia auditiva son los lenguajes artificiales creados con una doble finalidad: reducir los problemas comunicativos y apoyar el acceso al lenguaje oral. Entre estos sistemas tenemos el de comunicación bimodal y el de la palabra complementada. Un tercer sistema es el lenguaje de signos. La mayoría de las personas sordas conocen y se comunican con el lenguaje de signos, este lenguaje está considerado como su lengua materna, su medio de comunicación natural, particularmente en los hijos de padres sordos. Su aprendizaje es fácil y rápido y facilita la comunicación del niño sordo desde sus primeros años. El último sistema es el de comunicación total, se fundamente en la idea de que la comunicación es antes que el lenguaje. Se trata de utilizar todos los canales disponibles que fomenten en el niño una actitud positiva hacia la comunicación. Padres y profesores demandan formación en comunicación y moda al, palabra complementada, lenguaje de signos, etc. que posibiliten la interacción con los demás el acceso los contenidos escolares difícilmente asequibles con el lenguaje oral.
8. El sistema verbotonal, aparato, ideas que lo sustentan
Es un método basado en el aprovechamiento y optimización de los restos auditivos. Se trabaja con un aparato llamado Suvag, dotado de moderna tecnología de filtrado del sonido que actúa como seleccionador, amplificador y codificador de los sonidos, ayudando al sordo a entender los escasos sonidos que le llegan. Incide en el ritmo corporal y el ritmo musical. Utiliza el cuerpo para la emisión y recepción del sonido y la capacidad residual auditiva, para la percepción de los elementos prosódicos como son ritmo, tiempo y pausa. Los cascos, sobre la cabeza, están acoplados a un amplificador que aprovecha al máximo las frecuencias bajas que son las mejor conservadas. Las actividades son muy dinámicas. Se mueven al son de la música que aunque no oyen, sienten. Para que la rehabilitación sea satisfactoria es importante la detección temprana de la pérdida auditiva, será necesaria además una adaptación protésica, una actitud familiar de acompasamiento de la actividad lingüística del niño y la ausencia de otras alteraciones asociadas. La idea principal que sustenta esta metodología se basa en que el oído es la vía natural del desarrollo del habla y que si éste es incapaz de percibir ningún sonido el sujeto puede adquirir conciencia sonora a través de su propio cuerpo, por lo que la palabra que va a aprender y que va a emitir no es algo ajeno o externo a él sino que procede de su propia experiencia. La filosofía que fundamenta este sistema se basa en la idea de que quien realmente oye y comprende es el cerebro, que debe ser entrenado para aprovechar la mínima capacidad auditiva residual que proporcione información. Lo que importa no es la audición perdida, sino la que se conserva.
9. La comunicación bimodal. Crítica a esta metodología
Utiliza el lenguaje de signos al tiempo que se habla, siguiendo el orden y estructura del lenguaje oral. La información se expresa simultáneamente por dos canales distintos. Se trata de facilitar al sordo la comunicación con su entorno oyente y acercarle al aprendizaje del lenguaje oral no resulta fácil alcanzar estos objetivos al tratarse de dos sistemas lingüísticos que tienen estructuras diferentes, resulta poco funcional si realizamos con signos todo lo que hablamos, por sobrecarga de la memoria; o si se sigue un criterio más informal la información manual resulta incompleta, pues el lenguaje de signos responde a pautas mentales visuales.
10. ¿En qué consiste la palabra complementada?
Es un sistema complementario de la lectura de labios, elimina las ambigüedades de la interpretación del movimiento de los labios debido a que distintos problemas tienen el mismo punto de articulación o algunos, como los velares, no son visibles. Consiste en ocho configuraciones manuales que se realizan en tres localizaciones alrededor de la boca de manera que los fonema similares pueden ser diferenciados por la posición de la mano.
11. Indica las características del lenguaje de signos
Este código reúne todas las condiciones para ser considerado un verdadero idioma: sintaxis, vocabulario y capacidad para generar infinitas proposiciones. Es un lenguaje producido por el cuerpo y que se percibe por la vista. Los elementos constitutivos, equivalentes a los fonema más, son los queremas: la configuración de la mano (29), el lugar donde la mano realiza el signo (25), el movimiento para realizar el signo (18), la orientación de la palma de la mano (9) y los componentes no manuales. La característica más distintiva del lenguaje de signos es la utilización lingüística única del espacio. En todos los niveles, léxico, gramatical, sintáctico, se hace un uso sumamente complejo del espacio, ya que mucho de lo que en él habla es lineal y secuencial y temporal, aquí es simultáneo, coincidente e inclusivo. Los lenguajes de signos tienen a su disposición cuatro dimensiones: las tres dimensiones espaciales a las que tiene acceso el cuerpo del que las hace y además la dimensión tiempo. Algunas de las peculiaridades didácticas del lenguaje de signos son las siguientes: la atención auditiva para captar un lenguaje se convierte en atención visual, la memoria auditiva se convierte en memoria visual, la pronunciación, entonación y acentuación se convierten en expresión facial, corporal y agilidad manual, no se puede simultanear la información por distintos canales, no se puede hablar ocupando las manos en otra tarea; son las manos, el rostro y parte del cuerpo los que se implican en la tarea, carácter simultáneo de la modalidad visual-gestual frente al carácter temporal de la expresión oral-auditiva.
12. Modalidades educativas contempladas para el niño sordo en nuestro sistema educativo
En el sistema educativo español, la oferta de escolarización presenta diversas opciones: centros de educación especial de sordos, entre sus ventajas están el disponer de profesorado especializado, medios técnicos desarrollados y la presencia de compañeros afines. Aula de educación especial de sordos en un centro ordinario: Los niños sordos comparten recreo y actividades extraescolares como oyentes, pero la atención educativa la reciben en aulas especiales. Centros de integración y aula de apoyo. La primera cuestión que se plantea es la de si es posible garantizar en los centros de integración una educación satisfactoria a los niños sordos profundos. Para ello deben cumplirse algunas exigencias que el proyecto educativo y curricular del centro debe prefigurar la atención a estos niños y contar con maestros especializados en la educación del sordo, en la adquisición y desarrollo del lenguaje oral y en sistemas de comunicación alternativos o complementarios.
13. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de adaptaciones de acceso y de adaptaciones curriculares?
Las propuestas de adaptaciones curriculares, para responder a las necesidades educativas del niño deficiente auditivo, han de estar guiadas por el afán de la mayor normalización posible los alumnos sordos tienen problemas de aprendizaje básicamente por los impedimentos que se derivan del uso del lenguaje oral como medio de acceder a las experiencias de enseñanza y aprendizaje la capacidad aprendizaje no tiene por qué estar afectada, es la ausencia de un sistema de comunicación adaptado a sus posibilidades y compartido por profesores y compañeros la que hay que abordar. En este caso, la lengua de signos puede plantearse como sistema alternativo para los alumnos otros. Cualquier adaptación en el sistema de comunicación suele requerir la programación de actividades y contenidos específicos y de más tiempo para abordar el aprendizaje, por lo que derivará a otras adaptaciones estrictamente curriculares que podrán afectar a la metodología y organización del aula, a la evaluación, la temporalización o secuenciación de objetivos y contenidos. Implicará básicamente una adaptación de acceso en los medios organizativos, funciones del equipo de apoyo, criterios de agrupación, planificación del apoyo escolar etc. una adaptación de acceso en los medios personales, formación del profesorado, información al resto de los alumnos de las características del niño sordo, etc. y adaptación de acceso a los materiales, adaptación de la aula sus condiciones de audición, instalación de señales visuales, medios técnicos etc..